El control de procesos desempeña un papel esencial en varias industrias, desde la manufactura hasta la generación de energía, pasando por la investigación científica y la agricultura. Algunas de las principales razones son:
• Eficiencia operativa: Los sistemas optimizados consumen menos recursos y producen menos residuos, reduciendo costos y mejorando la sostenibilidad.
• Calidad constante: Permite mantener parámetros exactos para cumplir con estándares de calidad en productos o servicios.
• Seguridad: Identifica y mitiga riesgos en tiempo real, previniendo accidentes y fallos que podrían tener consecuencias graves.
• Competitividad: En un mercado globalizado, las empresas que emplean sistemas avanzados de control de procesos suelen ser más competitivas gracias a su capacidad de innovar y adaptarse rápidamente.
En el ámbito de la investigación, un control de procesos adecuado asegura la reproducibilidad de los experimentos, un factor crítico para obtener resultados válidos.